RESIDENCIA CLAUDIO COELLO

2016
La primera residencia universitaria que osó cambiar los estándares del alojamiento estudiantil. No se contentó con reformar un edificio: introdujo diseño, generó comunidad y renovó el formato con una sensibilidad nueva.
La primera residencia universitaria que osó cambiar los estándares del alojamiento estudiantil. No se contentó con reformar un edificio: introdujo diseño, generó comunidad y renovó el formato con una sensibilidad nueva.

Con 277 habitaciones y una reforma realizada en 2015, fue la primera en Madrid que cuidó el diseño en este tipo de alojamientos, mucho antes de que se pusiera de moda. Aquí, el diseño no era un adorno, sino una invitación a pertenecer.

Cada gesto constructivo fue pensado para durar, para funcionar y para emocionar sin estridencias. Lo esencial no se nota, pero define la experiencia: en los acabados precisos, en los materiales que envejecen bien, en la disposición de los espacios que invitan a moverse y relacionarse.

La cafetería, corazón social del edificio, es un espacio versátil que se transforma a lo largo del día: desayuno tranquilo, almuerzo animado, reunión improvisada o trabajo individual. El mobiliario móvil y la iluminación regulable permiten que cambie de carácter, en un entorno camaleónico y alejado de los impersonales comedores de bandejas de los colegios mayores tradicionales.

Las habitaciones —estudios y suites individuales, dobles, superiores o áticos— están concebidas para un estudiante que busca independencia y concentración, con baño privado, climatización, calefacción, microondas o cocina, y en muchos casos terraza propia. Lo importante es que el contenedor acompañe a la acción de estudiar, que la envuelva y la sostenga sin imponerse, permitiendo que el trabajo intelectual sea el verdadero protagonista. La sobriedad del diseño aporta calma, orden y un fondo silencioso sobre el que cada residente proyecta su propia experiencia.

En la azotea, el edificio se abre a la ciudad. Con piscina, solárium y vistas al barrio de Salamanca y al horizonte de Madrid, este gran salón al aire libre es un lugar para desconectar, reflexionar o compartir conversaciones que se alargan al atardecer.

Diseñar Claudio Coello fue entender que la vida universitaria es también una forma de aprendizaje fuera del aula. El espacio debía acoger al estudiante exigente y cosmopolita, acompañarlo en su rutina y, al mismo tiempo, dejarle recuerdo. Que, al recordarlo con el paso del tiempo, aflore la sonrisa de quien vivió aquí días intensos, y que, sin casi notarlo, aprendió a habitar con sensibilidad.

RESIDENCIA CLAUDIO COELLO

RESIDENCIA CLAUDIO COELLO